La Academia de Boxeo y Fútbol Kami Iava, de Paraje El Toba, reúne a más de veinte chicos que encontraron en el deporte un espacio de contención, aprendizaje y crecimiento. Guiados por Severiano “Sombra” Corzo, trabajan a pulmón, con disciplina y solidaridad. Su gesto más reciente: donar $300.000 para reparar el vehículo de emergencias de la Comunidad Aborigen Mocoví Cami Iava.
La iniciativa nació hace poco más de dos meses en Paraje El Toba. Su impulsor es Severiano Ángel Corzo, conocido por todos como “Sombra”, quien decidió abrir un espacio donde los chicos pudieran encontrar contención, disciplina y una alternativa saludable al tiempo en la calle. Hoy reúne entre 23 y 30 jóvenes que participan de actividades físicas, charlas y rutinas pensadas para acompañarlos en todas las dimensiones de su crecimiento.
Sombra insiste en que “el boxeo y el fútbol son solo la excusa”. Detrás de cada encuentro hay escucha, hábitos, responsabilidad y una red de apoyo que abarca desde la escuela hasta la salud física y emocional. El trabajo es completamente a pulmón: no reciben dinero ni lo solicitan, y solo aceptan elementos que permitan mejorar las prácticas. La tarea se sostiene con el compromiso del propio Corzo, la colaboración técnica de César Espinoza y el aporte silencioso de familias que acercan materiales. Para muchos chicos, ese espacio es un refugio; para todos, una oportunidad.
Un gesto que habla de quiénes son
Hace unos días, el grupo tomó una decisión que Corzo pidió difundir porque resume el espíritu de todo lo que vienen construyendo. Habían recaudado $450.000 con beneficios destinados a participar en distintos torneos. Tras el viaje a Reconquista —donde tres jóvenes subieron por primera vez al ring— quedaron $300.000 disponibles.
Cuando Peugeot Partner se rompió, los propios chicos decidieron donar todo ese dinero para cubrir la reparación. “Son pibes de 12, 13, 14 años —dice Sombra—. Podíamos comprar colchonetas o equipamiento, pero eligieron ayudar a su gente. Eso es lo que quiero que se sepa”.
El grupo ya atrae la mirada de entrenadores y referentes del boxeo regional. Llegan mensajes de apoyo, videos motivacionales y hasta se menciona la posibilidad de una futura visita de Marcos Chino Maidana, figura admirada por los chicos.
Para Corzo, la meta es simple y profunda: “Si algún día aparece otro Chino Maidana, será un orgullo. Pero si no, alcanza con saber que estamos formando buenas personas, solidarias y con futuro”.


